Las encuestas sirven para conocer las tendencias de las elecciones, la preferencia de un producto e incluso para conocer la influencia de un país ante la comunidad internacional y a Estados Unidos, le ha estado yendo muy mal en los últimos años, luego que 47% de su población considera que ésta se ha debilitado en lugar de fortalecerse.

Según datos arrojados por una campaña realizada la primavera pasada por el Pew Research Center casi un tercio de los adultos estadounidenses (32 %) dice que el liderazgo de su país en el escenario mundial se ha mantenido más o menos igual.

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El organismo tambien recolectó opiniones en otros 19 países y la Unión americana resultó ser el líder, pero de un desprestigio ante su propia gente que lo considera más bajo que nunca.

Naciones como Suecia, Países Bajos y Australia consideran que su influencia global se ha mantenido sin grandes cambios, mientras que los habitantes de Israel, se pronunciaron por un avance en su jerarquía mundial en los últimos años.

¿Porqué los norteamericanos descalifican a su propio país?

Básicamente se debe a las divisiones partidarias, pues por una parte, los republicanos e independientes aseguran que Washington ha perdido liderazgo planetario, sin embargo 37% de los demócratas también coinciden con esta prospectiva.

En otros 13 países como Grecia, donde su población no apoya al partido en el poder, su población asegura que influencia mundial está disminuyendo  Esto demuestra sólo una cosa, que el el gobierno en turno no está cumpliendo con los intereses nacionales y tampoco se ha interesado en mantener una imagen internacional de alta línea, dejando atrás el orgullo patriótico y las influencias que pueden lograr a través del llamado Soft power (Poder suave), que muestra el avance cultural y tradicional de un país ante los demás.

El partidismo conflictivo y el concepto de democracia

En el caso de Reino Unido, el 44% de los que ven un conflicto serio entre grupos partidistas se inclinan más a un deterioro de su imagen internacional, contra el 30% de quienes señalan que no existen dichas diferencias.

El concepto de democracia también ha entrado en conflicto, pues quienes critican su estilo democrático aseguran que éste no ha hecho nada por repuntar su liderazgo. En estos casos entran Hungría, Canadá, Grecia, Francia y Corea del Sur, donde su población señala que están insatisfechos con la democracia que los gobierna.

Japón también es un ejemplo interesante pues el porcentaje de la población que sostiene que la influencia de Tokio es halagadora es sólo del 8%, mientras que en Singapur y Polonia, la tendencia es mucho más alta (42% y 34%, respectivamente).

Los niños y el futuro

La visión que tienen algunas naciones sobre el estatus que vive su infancia también incide en el declive de la influencia nacional. Quienes sostienen que sus gobiernos no garantizan le futuro de sus hijos tachan de inmedianto el desempeño internacional de sus gobiernos. Por ejemplo, el 53% los húngaros entrevistados consideraron que sus hijos estarán peor en el futuro, con lo que descalifican la influencia de sus autoridades ante el mundo. Sólo un 21% dijo que su progenie estará mejor económicamente en el futuro que sus padres actualmente.