Rusia inició la nueva carrera espacial a la Luna, sólo que su sonda fracasó en alunizar. Orbitando, se encuentraba el módulo Chandrayaan 3, que logró su propósito un par de días después, en medio del júbilo del primer ministro Narendra Modi, que anunciaba el éxito de la misión. Ambos países ibuscan  tener presencia en el polo sur, donde se sospecha que existen depósitos de agua congelada que podrían ser explotados para apoyar una cada vez más cercana colonización humana. Estados Unidos está pendiente de lanzar su módulo Artemis-1, programado para el próximo seis de septiembre.

La misión Luna-25 representaba el primer esfuerzo de Rusia por estar presente en el suelo lunar. Tras haber alcanzado la orbita el pasado 16 de agosto, se esperaba sólo el momento propicio para iniciar el descenso, el cual debería estar apoyado por luz solar para recargar sus paneles, ya que estando en la parte oscura, sería díficil para el módulo realizar su trabajo. Sin embargo, este sábado 19, el artefacto al parecer no logró las condiciones adecuadas y terminó estrellándose. Su objetivo era posarse cerca del cráter Boguslawsky..

Esta era la primera misión lunar en la historia moderna espacial de Rusia, desde que su anterior expedición Luna 24, fuera iniciada en 1976 por la entonces Unión Soviética. El Luna-25 había despegado el pasado 10 de agosto sobre un cohete Soyuz-2.1b desde el Cosmódromo de Vostochny en la región de Amur, en el extremo oriental de Rusia. Pasó cinco días en su travesía antes de alcanzar la órbita.

El Chandrayaan 3 de la India

La India también se sumó a la competencia, casi al mismo tiempo que Rusia. La sonda Chandrayaan-3 fue lanzada el 14 de julio, entrando en órbita lunar el pasado 7 de agosto. Nueva Delhi espera que alunice en el sito conocido como Manzinus U entre el 23 y 26 de agosto, tras el fracso ruso, ahora todo está en su poder para ser el iniciador de la nueva carrera espacial por estar en la Luna. Las condiciones que se esperan es que el sol debe estar saliendo sobre el punto de alunizaje para contar con la energía necesaria para que la nave espacial opere en la superficie.

El Artemis 1

En el caso del  programa Artemis 1, se utilizará un megacohete del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) que transportará una cápsula Orion, por ahora sin tripulación, a la órbita lunar con su regreso incluido. En esta ocasión la NASA busca examinar y probar el hardware con el que espera realizar la misión programada para 2025 o 2026, con personal que se encargara de iniciar la construcción de la base lunar.

Pero si el proyecto sino-ruso podría verse en problemas por el desvío de recursos que exige la guerra en Ucrania, Washington también podría sufrir retrasos en Artemis, dado que varios elementos del programa no están funcionando adecuadamente y se han tenido que someter a constanntes revisiones y pruebas que afectan su calendario de realización, entre estos están el vehículo Starship que fungirá como primer módulo de alunizaje. También la plataforma Gateway, que permanecerá orbitando en la Luna, y que servirá de refugio para las tripulaciones, donde podrán permanecer hasta tres meses haciendo labores de telerobótica en el suelo lunar. La misión ha tenido problemas para concluir el diseño del traje espacial, por lo que se estima que los retrasos estarán presentes todavía. De hecho, le despegue estaba proyectado para el 3 de septiembre, pero fue pospuesto tres días más.

El bloque espacial sino-ruso

Pero las aspiraciones de Rusia no terminan con el fracaso de Luna-25, sino que tiene planeado, junto con China, construir una base lunar, la Estación Espacial de Investigación Lunar (ILRS) para el 2030. Esta se realizará en tres fases, de las cuales la primera, el reconocimiento, que consiste en analizar los datos recopilados por la misión robótica Chang´e 4 de China, ya está en proceso desde que alunizó en el lado oculto de la Luna en enero de 2019. Las otras dos, que se refieren a la construcción y utilización del complejo, se espera que sean completadas en los próximos años

Sólo para que lo sepan. Por parte de Estados Unidos iniciará el proceso para enviar la misión Artemis 3, a la cual también se han unido Canadá, la Unión Europea y Japón con el mismo propósito que el bloque sino-ruso de establecer un enclave de investigación lunar. Aunque tienen agendado que sus instalaciones podrían estar listas a finales del decenio, lo más probable es que la fecha se pueda extender hasta el 2036, debido a que ambos bandos están involucrados en la guerra de Ucrania, lo que obligará a desviar recursos de sus programas espaciales para reforzar sus estrategias militares. Todo parece indicar que el conflicto ucraniano ha despertado una nueva rivalidad bipolar que se pelea tanto en tierra como en la Luna, sobre todo ante la posibilidad de que Moscú orbite un nuevo satélite militar con el que expertos militares occidentales temen que pueda intensificar el monitoreo del conflicto..