Las producciones digitales contrarian a Hollywood, ¡ya hay huelga!

Con el inicio de las series y películas basadas en personajes digitales, se llegó a pensar que los actores podrían ser sustituidos o vivir perpetuamente en el negocio del espectáculo sólo con su imagen. Filmes como El expreso polar, Frozen, una aventura congelada o la más reciente titulada Elementos, han permitido a las productoras efectuar rodajes usando más inteligencia artificial y, cada vez menos, con actores reales. A estos se han sumado otros basados en videojuegos como Wolfenstein, Resident Evil o Final fantasy, donde los primeros afectados son los guionistas o escritores y estos son, precisamente, los que ya iniciaron una huelga que podría poner en jaque a todo el emporio de Hollywood… ¡tal como lo conocemos hasta ahora! (como dicen en el cine)

Tom Hanks, digitalizado para El expreso polar

Sindicatos de ese sector del entretenimiento dejaron de trabajar a la medianoche del 12 de julio aunque, de hecho, su paro ya había sido propuesto desde el 2 de mayo,fue suspendido para tratar de obtener a un arreglo que nunca llegó y que hace dos días obligó a sus lápices y plumas a detener sus esfuerzos guionísticos, en algo que es considerado como el «mayor cierre de la industria en más de 60 años».  La cosa no queda allí solamente, sino que ahora son los actores quienes amenazan con sumarse a la acción tras haber reflexionado que la situación también les puede afectar de igual manera.

Desde hace un par de días, más de 160.000 artistas suspendieron labores a las cero horas en Los Angeles y, con ello, se detuvo la mayoría de las producciones cinematográficas y televisivas estadounidenses.

¿Qué es lo que se pelea?

El Sindicato de Actores de Cine-Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión (Screen Actors Guild) se unió a la campaña del Gremio de Escritores de América (Writers Guild of America), iniciada hace dos meses, tras señalar que firmas como Netflix, Disney, Amazon y Apple abusan del trabajo cinematográfico al recabar sumas cuantiosas por la afiliación de suscriptores, sin permitir la cotización adecuada de sus servicios en las producciones digitales.

Ambas agrupaciones aseguran que esas firmas están ganando millones de dólares a costa del trabajo de guionistas y de la fase que ya se viene encima, es decir, la digitalización de actores. Esto, en momentos en que aseguran que los ejecutivos de los estudios están cosechando grandes salarios mientras que muchos actores y escritores no pueden ganarse la vida decentemente.

¿Réplicas digitales?

Imagen digita de Peter Cushing, actor británico fallecido en1994.

Los sindicatos buscan garantías de que la inteligencia artificial (IA) y las caras y voces generadas por computadora no se utilizarán para reemplazar a los actores. Las plataformas de entretenimiento ya entraron en conflicto pues mientras persista el paro, los histriónicos dejarán de aparecer en películas o, inclusive, de promocionarlas. Para muestra basta un botón: las estrellas Cillian Murphy, Matt Damon y Emily Blunt abandonaron el estreno de Oppenheimer, del director Christopher Nolan quien, por cierto, también se unió a la huelga, respaldada por otras luminarias como Bob Odenkirk, de la serie Better Call Saul, Jamie Lee Curtis, ahora veterana, Meryl Streep, Mark Ruffalo, Jennifer Lawrence y Quinta Brunson.

El paro no sólo implica una mejoría salarial, sino imponer restricciones al uso de inteligencia artificial (IA) en las producciones, para algo que han calificado como una amenaza «existencial». En un intento por salvar la situación, las grandes productoras aseguran que el «escaneo» o «copia en imagen digital» de los artistas se usaría sólo cuando éstas lo necesiten para actuaciones o cuando se les apliquen cambios. Sin embargo, los representantes sindicales declinaron la oferta porque tras el escaneo, los artistas reciben sólo un pago por esto, mientras que la compañía se queda a cargo de la imagen y hasta podría usarla «por el resto de la eternidad».

Sólo para que lo sepan: la imaginación podría ir todavía más allá de los límites cinematográficos hacia aplicaciones civiles o domésticas que jamás se habían pensado. ¿Se pueden imaginar tener una copia fiel de nuestros seres queridos fallecidos y animarlos con plataformas de edición? Bueno, eso realmente ya está pasando en la industria fílmica, pues han revivido actores para participar en una película. El problema que ellos ven es que con cada reproducción que se hace de un filme donde aparecen, no les genera una ganancia. Es prácticamente lo mismo como cuando se compra un DVD pirata, cuyo precio no ampara el trabajo realizado por numerosas personas que participaron en su creación.

La huelga no tardará en afectar a las plataformas digitales, pero ante ello, marcas como Netflix ya están protegiendo sus servicios ofreciendo programas que se hayan grabado fuera de la Unión Americana. También HBO/MAX reveló que tiene material ya editado en sus «congeladores» que podría usar para sus suscriptores.

Con información de BBC, Art Station y Reuters