¡Comienza a helar! Una Nueva Guerra Fría a la vista
China y Rusia estuvieron presentes en el desfile militar por el 75 aniversario de la fundación de la República Popular Democrática de Corea (RPDC) el sábado pasado. Por supuesto que esto no es nada del otro mundo. En el Arte de la guerra, Sun Tzu recomendaba abiertamente: «En un terreno donde hay comunicación, únete a tus aliados» y eso es exactamente lo que ocurrió, pero también evidenció la conformación de un bloque con el que parece abrirse la era hacia una Nueva Guerra Fría.
De acuerdo con la agencia norcoreana KCNA, durante las tres naciones acordaron nuevos objetivos dirigidos a «intensificar aún más la coordinación y cooperación multifacética«. Esta fue la tercera parada militar en este año en la que la RPDC incluyó su armamento nuclear. A finales de julio, efectuó el segundo, cuando conmemoró la firma del armisticio con el que se suspendieron las hostilidades en la Guerra de Corea (1950-1953).
Según sus informes, el presidente ruso Vladimir Putin elogió en un mensaje el liderazgo de Kim Jong Un, y dejó entrever que pronto habría una reunión para tratar nuevos acuerdos, entre estos, uno muy polémico, el de armas. De hecho, ambos dirigentes ya se encuentran en territorio ruso, luego que Kim Jong Un llegara a bordo de un tren fuertemente blindado, desafiando a Estados Unidos que advirtió que ambos se abstuvieran de hacer algún pacto bélico.
Durante la celebración en Pyongyang, el jefe del Kremlin propuso que Pyongyang y Beijing «amplíen las relaciones bilaterales en todos esos aspectos«. El presidente Xi Jinping prefirió felicitar a Kim mediante una llamada telefónica directa por el aniversario de la fundación de la nación Juche.
La presencia de la delegación rusa, integrada por 20 diplomáticos y técnicos rusos. así como un coro militar que habían arribado poco antes de la parada, causó expectación, pues desde 2019, no se veía un acercamiento bilateral tan estrecho. Por su parte, la representación china, la segunda que visita el país en seis semanas, fue encabezada por Liu Guozhong, viceprimer ministro del Consejo de Estado.
Ahora bien, el sábado pasado también se inauguró la reunión del Grupo de los Veinte en Nueva Delhi, a donde no asistieron Moscú y Beijing, en lo que muchos analistas internacionales han interpretado como un abierto mensaje de unidad socialista frente a un bloque occidental que parece cada vez más desconcertado ante el curso de la política internacional contemporánea y, sobre todo, del panorama geopolítico de Asia.
En esta emisión, el G-20 incluyó a la Unión Africana (UA) con la intención de abrir una participación Sur-Sur más activa. Con ello, la UA también se convirtió en el segundo bloque internacional que se integra al selecto grupo de países industrializados, después de la Unión Europea.
Aunque el primer ministro indio Narendra Modi, invitó al grupo a unirse y concentrarse para enfrentar desafíos actuales como los «altibajos de la economía global, la división entre el norte y el sur, el abismo entre el este y el oeste» y otras cuestiones como terrorismo, ciberseguridad, salud y seguridad hídrica, la ausencia de dos de las potencias más grandes del orbe, no parece visualizar el final de túnel hacia una solución a las crisis actuales de Ucrania y, ahora también, a los conflictos en Africa. Simplemente, el acercamiento de Beijing y Moscú hacia Pyongyang, es un claro mensaje de que la disuación bélica ha empezado a reinstaurarse en el globo.
Sólo para que lo sepan: Se espera que la reunión entre Vladimir Putin y Kim Jong Un se realice en los p´roximos días, probablemente en Vladivostok, la parte más oriental de Rusia. También se especula que ambos llegaran a un arreglo para que Moscú obtenga proyectiles de artillería y misiles antitanque norcoreanos que necesita para reforzar su operación militar en Ucrania. A cambio, Pyongyang espera recibir tecnología avanzada para satélites y submarinos nucleares, así como ayuda alimentaria. Lo paradójico de esto es que el Kremlin ha apoyado las sanciones contra su vecino dentro del Consejo de Seguridad, pero ahora las ignora para adquirir municiones de Pyongyang. lo cual es prácticamente una violación de las resoluciones de la ONU, Esto, por supuesto que a Rusia ya no le importa sino buscar y encontrar aliados como Norcorea e Irán, para que le surtan pertrechos y apoyo militar para su cruzada en Ucrania. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peshov, simplemente ha dicho: «como saben, al llevar a cabo nuestras relaciones con nuestros vecinos, incluida Corea del Norte, los intereses de nuestros dos países son importantes para nosotros, y no las advertencias de Washington”. “Nos centraremos en los intereses de nuestros dos países”. ¿Ahora recuerdan lo que decía Sun Tzu?