La guerra de Ucrania afecta la venta de armas rusas; Francia sube al segundo sitio
Cuando hay guerra, por supuesto que también hay armas. Si nos fijamos un poco, la humanidad no ha dejado de estar en combate bélico, ya sea a nivel mundial, regional o mediante revoluciones, actos de delincuencia, golpes de estado o conflictos de baja intensidad, pero… ¿quienes son los que venden los instrumentos que se requiere para todo esto? Sucede que son las más grandes potencias comerciales del orbe, es decir, Estados Unidos, seguido de Rusia, Francia, Alemania y China. Pues este año, París le quitó a Moscú la medalla de plata luego que sus ventas subieran 11 por ciento en los últimos cuatro años, contra el 7.1 por ciento de los rusos.
Llama la atención que durante el desfile del Día de la Bastilla, del pasado 14 de julio, el presidente francés Emmanuel Macron tuvo como invitado especial al primer ministro indio Narendra Modi. Esto es porque el ejército indio participó en la parada con un contingente, incluso con una interesante demostración de la fuerza aérea de ese país integrada por cazas Dassault Rafale, por supuesto, de fabricación francesa.
Lo que se vende no se menosprecia, dicen los comerciantes… por el contrario, se vende más, hasta que se venda por sí mismo. Eso es precisamente lo que ha hecho el país galo al incrementar sus ventas en material bélico: no ha reparado en prejuicios geopolíticos o lamentaciones pacifistas. Para muestra basta saber que un día anterior al festejo nacional en París, el gobierno indio aprobó otro pedido de 26 cazas Rafale y seis submarinos Scorpène para reforzar a su armada. El diario francés Le Tribune publicó una semana después que Qatar va a seguir estos mismos pasos al adquirir otros 24 Rafale para su fuerza aérea.
Tal vez las armas francesas no se estén cubriendo de gloria, pero se han vendido incluso sin dependencia de conflictos bélicos, pandemias y hasta saltándose escrúpulos respecto a aliados o países amigos. De acuerdo con estudios realizados por el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI) publicado en marzo pasado, entre 2018 y 2022, París repuntó 11 por ciento en el comercio mundial de armas, en comparación con el 7,1 por ciento durante el período anterior de cuatro años. A Rusia no le ha ido bien, pues en el mismo período, sus ventas se redujeron del 22 al 16 por ciento, una tendencia que se mantendrá favorable al país de la Torre Eiffel durante 2023. El SIPRI también destacó que el armamento galo se está expandiendo incluso en el mercado perteneciente a Rusia, donde sólo tiene considerado vender 84 aviones contra 210 de los franceses.
¿Qué le ha pasado a las armas rusas?
Veamos ahora porqué Moscú está siendo desplazado en un mercado donde tradicionalmente ha sido su principal fuente de recursos. Los expertos creen que se debe a la guerra en Ucrania, que le ha obligado a usar sus armas en lugar de venderlas, de lo contrario, sus líneas de frente se verían debilitadas, en su lugar ha tenido que reemplazar el armamento que ha perdido en los combates, por las unidades que antes vendía a sus socios.
Otra causa son las sanciones internacionales que han comenzado a «debilitar su capacidad para asegurar los materiales que necesita para la producción de armas, socavando su capacidad de exportación«. Eso, sin mencionar que los combates han obligado a realizar una comparación del armamento rojo en las líneas del frente de Ucrania, que usa armas occidentales de Estados Unidos, Alemania y Francia ocasionando un desprestigio para las vitrinas armadas rusas.
Aquí llama la atención que India era un habitual consumidor del mercado bélico ruso, y al parecer su cambio abrupto hacia productos franceses puede deberse a cierta depreciación de los productos moscovitas. Otros países como Indonesia, han comenzado a seguir el ejemplo indio y cancelaron en 2021 la compra de aviones rusos, sólo para volcarse hacia la compra de sus contrapartes occidentales, sobre todo, de fabricación estadounidense y francés.
Como vemos, vender no sólo es parte de una ética comercial, sino de un juicio de mente fría para hacer desprestigiar al rival y, si se puede, también aprovechar una guerra como la actual en Ucrania, que se convierte en una pasarela formidable para eso. Por ahora, Rusia conserva todavía socios como Irán, China y otros en África. Francia ha logrado colocar sus cazabombarderos Rafale, de la firma Dassault Aviation, en Grecia, Qatar, India y Egipto.
Croacia, Indonesia y los Emiratos Árabes Unidos ya se metieron al menú galo y han ordenado 80 Rafale F4 Standard, los cuales están esperando que se les entregue desde el 2021. Colombia también le entró al cambalache con 16 unidades, mientras que Serbia, tradicional socio de Moscú, ya le puso el ojo a otras doce aeronaves.
¿Qué tiene de especial el Rafale?
Es una aeronave que pasó por una severa revisión técnica desde 2002 antes de que pudiera ser exportado en 2015, un hecho que lo hace confiable en la calidad de su desempeño. Además es un avión muy versátil que, según los pilotos que lo han manejado, responde muy bien en la práctica, y que supera a sus adversarios por su ligereza y precisión de vuelo. Por eso es la actual carta con la que Francia ha incurrido exitosamente en el mercado armamentista, a tal grado que ya le pisa los talones al F-35 del gigante estadounidense Lockheed Martin, el cual es el preferido incluso por la OTAN, debido a su capacidad para lanzar bombas nucleares de fabricación norteamericana.
Sólo para que lo sepan: En 2022, Francia relegó al tercer sitio a China, al superar sus ventas en 59 por ciento. Expertos de la asociación EuroDéfense-France, con sede en París, sospechan que, desde que el Kremlin lanzó su operación militar especial en Ucrania, su mercado comenzó a declinar por la falta de eficiencia mostrada por sus productos de guerra. La cuestión es todavía más delicada ya que se percibe que el repunte de Francia aumentará en los próximos tres años. ¿Nos estarán diciendo que el conflicto ucraniano va a durar casi lo mismo que la Segunda Guerra Mundial?
Con información de France 24