Los nuevos jinetes del apocalipsis

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Los nuevos jinetes del apocalipsis

El 2023 no es un año en que todo se vea halagüeño; hay problemas que han trascendido y que continúan haciendo daño, no sólo a México sino a la humanidad.

Tomando en cuenta la célebre novela de Vicente Blasco Ibáñez “Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis”, que son la Guerra, el Hambre, la Peste y la Muerte, éstas representan las tragedias e infortunios que atacan a la humanidad. Pero, en esta nota agregamos dos jinetes más.

Hoy en día, una investigación desarrollada en la Universidad de Singapur, señala que los peligros que amenazan a la humanidad son más complejos; los nuevos jinetes demoledores que están conduciendo a nuestra civilización hacia su posible autodestrucción son: la superpoblación, la globalización, la hiperconectividad y la concentración de cadenas de suministros (Estos son los nuevos cuatro jinetes del Apocalipsis, https://www.muyinteresante.es/salud/17407.html)

Como mencionamos antes, en este artículo nosotros deseamos enfocarnos a dos jinetes destructivos nuevos que ya han estado haciendo estragos; algo de lo que se trató desde los años setentas: la Contaminación ambiental y el problema que nos ha estado flagelando desde hace ya tres años: el COVID-19.

Ya experimentamos en 2009 la situación de la Influenza o AH1N1, donde por dos semanas muchos negocios tuvieron que cerrar y/o hasta quebraron, muchas personas se quedaron sin trabajo; se habló que esto era orquestado para problematizar a nuestro gobierno (El monitoreo de la epidemia causada por el virus AH1N1 comenzó el día 23 de abril de 2009, cuando se confirmó que el virus hallado en pacientes con influenza en México era idéntico al que se había encontrado en siete personas al sur de los Estados Unidos. (La influenza en México: liderazgo político y comunicación en crisis El Colegio de la Frontera Norte (colef.mx) https://www.colef.mx/evento/la-influenza-en-mexico-liderazgo-político-y-comunicación-en-crisis)

Y esto se reflejó más profundamente cuando el momento de crisis política se presentó cuando las autoridades decidieron interrumpir las actividades en todas las escuelas del país y cerrar establecimientos públicos como museos y oficinas de gobierno de atención al público. En el Valle de México además se suspendieron todos los espectáculos deportivos, recreativos y culturales, se cerraron salas de cines, restaurantes (excepto comida para llevar), centros nocturnos y discotecas. Es en ese momento cuando la sociedad vio muy trastornada su vida cotidiana por las medidas sanitarias que nunca se habían tomado en el país y que se vuelven el foco de atención en las semanas siguientes en México y el mundo.

El anuncio de la epidemia y de las medidas de emergencia causó una situación de angustia en un buen porcentaje de la población mexicana, dicen las autoras consultadas Pérez Floriano y París Pombo. Al miedo que generaba cualquier situación de riesgo contra el bienestar personal, se agregaba el desconocimiento e inclusive la invisibilidad del factor causante de este problema: la epidemia es causada por un enemigo que no se palpa, el virus AH1N1. La amenaza no puede ser captada a través de los sentidos, sino sólo mediante la información dada por las autoridades de salud, por los expertos y por los medios de comunicación.

Todo esto propició teorías conspiratorias sobre la posible “fabricación” del virus, el bioterrorismo, inclusive la “invención” de la epidemia por parte del gobierno mexicano en provecho de oscuros intereses políticos; de igual forma lo fue para la búsqueda desesperada de chivos expiatorios: la brusquedad de diversas fobias, incluidas la xenofobia y el racismo, lo cual esto nos explicaría algunas reacciones violentas contra los habitantes de la CDMX en otros estados de la República Mexicana así como respuestas de segregación y discriminación contra los mexicanos en otros tantos países5.

En México, señalan las autoras del Colef consultadas que el miedo se divulgó mediante los rumores o, como decimos en México “radio pasillo”. Desde el día 24 de abril del 2009, poco tiempo después de anunciarse la epidemia y las medidas de emergencia, diversos medios de comunicación como periódicos, estaciones de radio y blogs, cuestionaban la gravedad de la epidemia o, inclusive, su existencia misma, ya que muchos dudaban si esto era real o no. Para unos, el gobierno estaba desinformando o alarmando a la población de forma artificial para ocultar acontecimientos importantes que realmente estaban sucediendo en el país, —como ya ha ocurrido en otras situaciones y circunstancias–; esto es, desviar la atención. Para otros, la situación era mucho más grave de lo que anunciaba el gobierno mexicano. Entre estos dos polos, había una coincidencia: la desconfianza en el gobierno mismo.

Y, hemos referido lo escrito por las autoras Pérez Floriano y París Pombo sobre lo vivido en ese año 2009, ya que cuando comenzaron las advertencias y avisos sobre el COVID en el año 2020 ocurría algo semejante en el ambiente de nuestro país

La Guerra, que se representa en el actual conflicto ruso-ucraniano, que está por cumplir un año de iniciado. El 24 de febrero fue la fecha cuando tropas rusas –provenientes de Rusia y Belarús—cruzaron la frontera en varios puntos e invadieron Ucrania, después de meses de tensiones y concentración de fuerzas militares rusas en la frontera. Con esto, la Federación Rusa tomó la decisión de emprender de manera deliberada y sin justificación una invasión contra los ucranianos. Ahora, este conflicto se ha mundializado pues los países importantes que apoyan a Ucrania son Estados Unidos, la Gran Bretaña, Alemania, Canadá, Polonia, Noruega, Francia y Japón. Se estima que en este conflicto han muerto ya más de 7000 ucranianos y cerca de cien mil soldados rusos, aunque más adelante citaremos más conciso todas estas muertes.

El Hambre se está manifestando en el riesgo de una hambruna; a causa de los conflictos mundiales –sobre todo por lo de Ucrania—los precios de los alimentos han subido en México así como en otros países. Hay que tener presente que Ucrania es uno de los productores de cereales más importantes del mundo, sobre todo trigo, maíz y cebada. En nuestro país, a cada día se ve que el aumento de precios en los alimentos se manifiesta: verduras, frutas y alimentos de primera necesidad se han encarecido. De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), al cierre del año pasado los precios de los alimentos se encarecieron 12.85% en comparación con diciembre del 2021 (16 enero 2023). Según el índice de precios de los alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), estos subieron a su tasa mensual más rápida en más de una década. Asimismo los precios registraron un incremento durante 12 meses seguidos, para alcanzar su valor más alto desde septiembre de 2011. (https://www.bbc.com/ mundo/noticias-57365338)

El encarecimiento de los alimentos está afectando a millones de personas; a unos los está llevando a bajar a niveles de pobreza y a otros a sufrir realmente hambrunas. Para la población en general en nuestro país, este aumento de precios acentúa el deterioro de sus hábitos alimentarios. La degradación de la dieta ha venido ocurriendo a escala global y México es uno de los mayores actores de este fenómeno. La malnutrición, efecto de una dieta pobre, es el mayor problema de salud pública en el México actual.

Un período de años de concerniente estabilidad de precios llegó a su fin en el año 2021 cuando los precios de los alimentos aumentaron 23%, debido en parte a sucesos meteorológicos extremos que redujeron las cosechas y a los crecientes costos de la energía. Después se presentó la invasión rusa de Ucrania a finales de febrero 2022, que elevó los precios a máximos históricos al trastornar los flujos de materias primas de dos de los mayores exportadores mundiales de trigo y otros alimentos básicos. (https://www.imf.org/es/Publications/fandd/ issues/2022/06/war-fuels-food-crisis-picture)

Se destaca que los precios de los alimentos están subiendo en paralelo con la decadencia de otros importantes desafíos mundiales y como efecto de ellos. La inflación está al alza y la pandemia del COVID-19 sigue diseminando obstáculos en las cadenas de suministro, mientras que el cambio climático amenaza la fabricación en muchas de las regiones agrícolas del mundo, con más sequías, inundaciones, calor e incendios.

A través de la historia han ocurrido plagas o epidemias que han azotado determinada parte del mundo. La pandemia de gripe de 1918, también conocida como gripe española o trancazo, fue una pandemia causada por un brote del virus de la gripe tipo A, subtipo H1N1. Se considera una de las pandemias más devastadoras de la historia humana, ya que en solo un año acabó con la vida de entre 20 y 40 millones de personas.

Hoy en día nos damos cuenta la desestabilización que causa una pandemia, ahora con el COVID-19 situación que nos ha deteriorado desde hace tres o cuatro años. La Peste se refleja en las pandemias por las que está pasando el mundo. Hay que tener presente que la enfermedad por coronavirus (COVID-19) es un padecimiento infeccioso causado por el virus SARS-CoV-2. La mayoría de las personas infectadas por el virus experimentarán una enfermedad respiratoria de leve a moderada y se recuperarán sin requerir un tratamiento especial. Pero, algunas enfermarán gravemente y requerirán atención médica. Las personas mayores y las que padecen enfermedades subyacentes, como males cardiovasculares, diabetes, enfermedades respiratorias crónicas o cáncer, tienen más probabilidades de desarrollar un padecimiento grave. Cualquier persona, de la edad que sea, puede contraer la COVID-19 y enfermar gravemente o morir. (Organización Mundial de la Salud https://www.who.int/es/health-topics/coronavirus#tab=tab_1) Después de tres años de padecer esta problemática, ahora la variante actual es el Omicrón; es una variante del SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19; es muy contagiosa y ha provocado un aumento sin precedentes de las infecciones en todo el mundo.

Las consecuencias con mayor significación remiten a la crisis económica y a la desocupación, que conducen a un incremento exponencial de la pobreza, así como a su repercusión en la alimentación que anuncia el desarrollo de “hambrunas sin precedentes”.

La crisis sanitaria generada por la acelerada propagación en el mundo del virus SARS-CoV2 o la enfermedad COVID-19 ha tenido un impacto negativo inevitable en los sistemas de salud y, paralelamente, en la dinámica de las economías global, regional y nacional. Los problemas estructurales de la economía mexicana y la estrechez del espacio fiscal no surgieron con la pandemia, se fueron conformando en los últimos 30 años mediante la implementación del modelo económico que privilegió las políticas orientadas al mercado y el retiro de la intervención del Estado en la economía, en busca de una supuesta eficiencia en la asignación de los recursos y los factores productivos. (https://www.eltrimestreeconomico.com.mx/index.php/te/article/view/1307)

La Muerte se refleja en las víctimas que ha propiciado la guerra ruso-ucraniana. En cuanto al número de civiles fallecidos, la ONU (a través de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH)) ha verificado la muerte de 5,916 civiles y 8.616 personas heridas. Entre los fallecidos hay 379 niños. La mayor parte de estas víctimas son por el bombardeo con artillería pesada y el lanzamiento de misiles. (https://www.rtve.es/noticias/20220919/muertos-victimas-civiles-guerra-ucrania-rusia/2327363.shtml)

El Gobierno ucraniano asegura que 10,000 de sus soldados han muerto en combates y comenta que son más de 32.000 soldados rusos los que han muerto en el conflicto. Según ACNUDH, entre el 24 de febrero y el 19 de septiembre murieron 2,306 hombres, 1,582 mujeres, 156 niñas y 188 niños, así como 1,649 adultos cuyo sexo aún se desconoce. De igual forma, según la oficina de la ONU, 8,616 personas han sido heridas, entre ellas 1,810 hombres, 1,327 mujeres, 187 niñas y 259 niños, así como 4.816 adultos de sexo aún desconocido. Donde más víctimas ha habido es en las regiones de Donetsk y Lugansk, que conforman la región del Dombás. En esa área se han registrado 3,450 muertes y 4,582 heridos. La ONU asegura que las cifras reales podrían ser aún más altas porque falta información de varias localidades, sobre todo de Mariúpol (región de Donetsk), Popasna, Lysychansk y Severodonetsk (Lugansk) e Izium (Járkov), donde hay datos de muchas víctimas.

Ya desde los años 70s se venía diciendo que el quinto jinete dañino es la contaminación ambiental; y eso ha sido contundente pues es una problemática mundial de las grandes ciudades. La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que la exposición a la contaminación del aire, tanto a corto como a largo plazo, puede afectar nuestra salud de varias maneras. https://www.msn.com/es-mx/noticias/mundo/

Por tierra, aire y agua, los agentes contaminantes producidos por el ser humano perjudican a los diferentes entornos naturales. Conocer las causas de la contaminación ambiental es el primer paso para poder evitar el deterioro del planeta y tomar así las acciones oportunas para construir un futuro más sostenible. El planeta nos recuerda perenemente, y cada vez de forma más periódico, que si alteramos su equilibrio, las consecuencias son catastróficas mediante sequías, mega incendios, inundaciones, pérdida de la biodiversidad y desastres naturales cada vez más crueles. El cambio climático ya es una realidad y millones de personas, animales y plantas sufren sus efectos. (https://www.fundacionaquae.org/causas-contaminacion-ambiental/)

Como enunciamos en un inicio, este año se torna difícil; en nuestro país está el ambiente de los partidos políticos; sigue la delincuencia organizada; continúa la corrupción entre nuestros políticos, etcétera. Los mexicanos debemos ser fuertes para enfrentarnos a una serie de complicaciones que se vislumbran en 2023.

*El autor es periodista y analista internacional