Europa gana la primera batalla energética contra Rusia; la suerte ayudó
A casi un año del inicio de la Guerra en Ucrania, la Unión Europea ha logrado burlar las amenazas rusas de corte de gas y combustible. Esto se debe a que el invierno no ha sido tan rudo como en otras ocasiones, por el contrario, el clima se ha presentado más templado, lo que le ha permitido hacer caso omiso a la manipulación energética de Rusia para el próximo año.
En momentos en que el presidente Vladimir Putin no ha logrado consolidar su control en Ucrania a través de su operación militar especial, la otra carta que usaba para amedrentar a los llamados aliados colectivos, no ha funcionado para hacerlos temblar de frío.
De hecho, Europa podría simplemente pasar el resto del invierno con sus propias instalaciones de almacenamiento de gas, las cuales más de la mitad están llenas. Moscú pudo haber cortado las válvulas del suministro de gas, pero los europeos no tendrán problemas para sobrevivir al frio invernal que los ha caracterizado y que. en esta ocasión. brilla por su ausencia.
De acuerdo con la Comunidad Europea, se cuenta con más de 50 mil millones de metros cúbicos de gas (bcm) almacenados para fines de marzo, ante una ola de clima templado que ayudó a paliar las necesidades gasíferas del bloque.
Esto fue posible debido a una correcta planificación y algo de suerte climática que permitió un uso más controlado de hidrocarburos entre la población civil, que temía pasar momentos difíciles de bajas temperaturas en la región. Otro factor es que China se encuentra fuera del mercado debido a las restricciones de Covid.
La medida demuestra qué tan bueno es cumplir con las previsiones de almacenamiento y dosificarlas bajo una política de escasez de guerra, tanto como esperar también a que la suerte ayude en algo, esto último se logró, pero si no hubiera sido por las estimaciones de almacenamiento de gas, de nada hubiera servido el factor aleatorio.
Tal como lo ven los países europeos, se ha ganado la primera batalla de una guerra que también tiene un frente energético con Rusia.
Ciertamente, la Guerra en Ucrania está afectando los objetivos de la Unión Europea de lograr la independencia en energías limpias, pero el clima moderado fue todo un golpe para las expectativas rusas de impactar en la calefacción de sus vecinos. Su necesidad de consumir gas natural ha obligado a Bruselas a depender de países como Argelia, donde Moscú está realizando maniobras militares conjuntas para cerrarle la provisión de hidrocarburos. Pero es aquí donde salta un aliado nórdico que es Noruega, el segundo máximo proveedor de gas natural y petróleo. Esta situación hace pensar que la guerra abrirá nuevos frentes.