MeWe, la red social en EE.UU que repunta frente a Facebook y Twitter

Las crisis son momentos difíciles, pero también traen su torta bajo el brazo. Al menos eso fue lo que descubrió la red social MeWe, la cual se está popularizando en Estados Unidos en abierto desafío a Facebook y Twitter que en las última semana han sufrido un fuerte desbandada de usuarios hacia plataformas alternativas.

MeWe surgió en 2014 con la principal prerrogativa de ofrecer absoluta privacidad, sin cookies, que significa el primer paso para recopilar datos de un usuario y venderlos con fines publicitarios a diversas empresas que los usan para promocionar sus productos y servicios.

Otro de sus objetivos era convertirse en una «red de comunicación privada mundial» a través de los navegadores iOS para Iphone y Android para la mayoría de los teléfonos. Su desempeño no fue tan óptimo como esperaba su creador Mark Weinstein, pues cuando surgió tenía sólo 12 millones de personas. Dicen que el que no espera, no llega a viejo y su momento llegó hace apenas unos días cuando una turba ultraderechista y aficionada de Donald Trump quiso apropiarse del Capitolio de Estados Unidos. MeWe vio ascender la cifra de usuarios a 16 millones: en cuatro años no logró lo que sí en cuatro días, es decir, 4 millonoes de nuevos adeptos.

Weinstein asegura que su red no cuenta con algoritmos que manipulen su difusión de noticias, que ningún anunciante o comercializador puede llegar o dirigirse a los usuarios con contenidos indeables o invasivos e incluso hasta te asegura que ¡no habrán tonterías! aunque, por supuesto, existe gente más crítica que pone esto en duda.

La disyuntiva está en dos vertientes principalmente, quienes buscan privacidad en sus datos y la encriptación de sus chats y grupos de conversación y aquellos que sólo quieren que los servicios gratuitos. Para Cindy Otis, ex analista de la CIA, la realidad es que ninguno de ellos tiene la mente clara a la hora en que comienzan a usar las plataformas de mensajería instantánea, pues no se moderan en los contenidos que comparten o de plano desconocen cómo se hace el monitoreo de amenazas digitales.

Las redes sociales tarde o temprano se convierten en un pulpo publicitario capaz de rastrear gustos, predilecciones y tendencias con las cuales envían anuncios que atraen la atención de las personas, muchas veces sin aplicar teorías publicitarias como la seducción subliminal o la inducción de marca.

¿Qué pasó con los inconformes del asalto al Capitolio?

Recordarán que la sublevación protrumpista tuvo lugar en el Capitolio el seis de enero. Ese mismo día, Facebook y sobre todo Twitter, la red preferida por el magnate rubio, suspendieron indefinidamente sus cuentas ante lo que Mark Zuckerberg consideró como un «riesgo demasiado grande» de dejárselas activas, incluso aunque se tratara del todavia presidente de Estados Unidos.

Red social GabEsta decisión le costó en su momento que muchos de los fanáticos de Trump abandonaran la red azul y la del canario blanco para unirse a otras alternativas para enviar sus mensajes y comunicarse con sus grupos. Este fue el primer éxodo que vio en la plataforma inglesa Gab, una opción bastante agradable para ellos, pues ahí se reúnen grupos ultraderechistas donde pueden publicar mensajes de 300 caracteres a lo que llaman «gabs». El segundo fue cuando Facebook anunció cambios en sus términos y condiciones para seguir usando su plataforma, lo cual ocurrió hace menos de una semana. Telegran i Signal fueron los más beneficiados.

La plataforma de microblogging y red social.

Otros se pasaron a Parler, que es más bien un sitio que permite crear un microblog ldonde se publica lo que quieras sin censura y sin que nadie sea bloqueado por sus opiniones, algo que Facebook ni Twitter si hacen bajo sus propias políticas.

Sin embargo, esta red cayó luego que Amazon le negara alojamiento digital por difundir material violento. No le duró mucho el gusto.

Esta situación también hizo que MeWe se replanteara si su red debería aceptar totalmente todo lo que se publica, pues a veces el «todo se vale» crea problemas más grandes como los discursos de odio, discriminación o incitación a la violencia.

Sólo para que lo sepan: las redes sociales tienden a establecer parámetros de conocimiento más profundos de los usuarios bajo parámetros filosóficos de la ontología, que burdamente se puede definir como el estudio del Ser. En esa materia los expertos se preguntan ¿qué es el ser y cómo se determina?. En Alemania, desde hace varios años ya se realizan estudios ontológicos sobre el Usuario: ¿qué es un usuario? ¿Existe como tal? ¿cuáles son sus características? Análisis como estos están dirigidos a determinar el tipo de ser que hay en un usuario de la red, incluso van más allá de sus atributos biológicos y en pos de determinar su caracterología digital.

No se han fijado en Youtube, por ejemplo que, cuando ustedes definen sus gustos musicales, los están analizando para deducir sus preferencias y para proponerles más material parecido con los que popularizan a nuevos grupos o aumentan el flujo de los ya consagrados. Nada nuevo ni en el mundo digital.

Con información de npr.org